Hay palabras que tienen el mismo significado para todas las personas, otras, cuando las oyes, imaginas algo totalmente distinto a lo que imaginan los demás. Por ejemplo "amor". Al oírla, me imagino junto a él, entre sus brazos, él susurrándome mil "te quieros" al oído y yo sonriendo como una imbécil. Después varios besos, de esos que callan cualquier palabra e interrumpen los silencios más incómodos. A continuación, varias miradas, de esas que lo dicen todo, con las que sobran las palabras. Imagino que me dice que soy lo único que quiere, lo mejor que le ha pasado nunca, que no soy como ninguna de esas, que tengo algo más que todas ellas, que soy especial, perfecta. Entonces, es cuando sientes que nunca, nunca, nunca, te vas a separar de él, no imaginas tu vida sin esa persona. Pero, resulta que eso es lo que imaginas, lo que sueñas, lo que no va a pasar nunca. Pero aún así le quieres, y mucho.
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