Digan lo que digan, el amor es una mierda. Te fijas en él y cuando te quieres dar cuenta no paras de pensar en como sonríe, en sus ojos, en como se coloca el pelo, en su forma de andar, en su olor, en su voz. La voz que te hacía feliz. La que nunca vas a volver a oír.
Pero entonces, ya es tarde, estás enamorada, y él también. De otra. Otra a la que besa, a la que abraza, a la que ofrece su chaqueta cuando tiene frío, a la que llama "idiota", a la que muerde el labio, a la que hace enfadar para luego consolarla, a la que cuida, a la que escucha, a la que ayuda, a la que llama "pequeña", a la que quiere. Es a la otra a la que le enseña todo lo que aprendió contigo.