Estoy sentada en la cama, con el portátil entre las piernas, sintiendo el calor que desprende. Debe ser porque llevo horas en el ordenador, navegando por internet, pérdida, sin razón alguna. No hago otra cosa además de verme tus fotos una y otra vez, y aun que me las sé todas de memoria no me aburre, en absoluto. Me sé tus fotos, tus aficiones, tus preferencias, tus gustos... Sí, me se tus gustos desgraciadamente, y se que entre ellos esta ella, mi mayor enemiga.
Ya ha pasado un mes desde que me diste ese primer beso, el primer y único beso. A medida que pasa el tiempo cada vez me hundo más. Se supone que debería superarlo poco a poco pero es al contrario, todo va de mal en peor. Ahora, ni siquiera somos amigos. No tiene sentido que me pase todo el día dándole vueltas a esto, lo que pasó, pasó y eso no quiere decir que pueda volver a repetirse.
No entiendo por que coño sigo enamorada de ti, ¿qué cojones tienes que haga que no pueda olvidarte? Mira que me han dicho de todo, desde “te mereces a alguien mejor”, hasta “hay mil tíos en el mundo”, pasando por “él se lo pierde”, seguido de un “no merece la pena estar mal por un tío” y yo acabo con un: “es que le quiero demasiado”.
Lo malo es que tienen razón, hay mil tíos, millones de tíos pero yo solo necesito a uno, ese uno eres tú.
Intento olvidarte, pasar página, fijarme en otros. Los hay más guapos, simpáticos, graciosos, cariñosos... pero nada, lo veo imposible. Quién la sigue la consigue, entonces, eso quiere decir que si lo intento algún día conseguiré olvidarte, ¿no?
Pues mira, que quieres que te diga, se que muy optimista no soy, es más soy un poco pesimista, pero si te digo que nunca te voy a olvidar, simplemente, estoy siendo realista.
“Quisiera ser capaz de decirte la verdad, decirte que me va realmente mal. No te logré olvidar, ni lo intenté quizás”
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